los frutos del viñedo

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historia

La palabra vino tiene su raíz en la antigua voz caucásica voino, que significaba algo como "bebida intoxicante de uvas". La palabra fue aceptada y modificada: oinos y woinos para los griegos; vinum para los romanos.

El paso de la viña silvestre a la viña cultivada sigue siendo hoy un misterio. Mitos y leyendas aparte, de lo que no hay duda es de que tal mutación fue resultado del trabajo del hombre: una labor progresiva, realizada a través de los años hasta que, por mutaciones de cultivo y continua selección, se obtuvieron viñedos que ofrecían menos dificultades que las vides silvestres.

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Desde que la vid llegó a España procedente de su cuna originaria, el Mediterráneo oriental, el vino ha formado parte de la cultura hispana. Hoy en día nada tienen que ver aquellos primeros cultivos artesanales con las modernas tecnologías aplicadas a los niveles de calidad p con los análisis químicos actuales. Lo único que ha permanecido inalterable en el tiempo es el aprecio por los buenos vinos y el deleite por los sabores bien construidos.

Fundada en 1942, Villa Isabélica es una de las bodegas más antiguas de la región. Su fundador, Salvador Calvo, inició su actividad en una rudimentaria bodega cavada en tierra calcárea, en Casaseca de las Chanas, un pequeño pueblo de la provincia de Zamora. En aquel momento nadie podía imaginar que aquel humilde comienzo pudiera ser el nacimiento de una de las bodegas más prestigiosas del panorama vitivinícola español.

A finales de los años 60 Jorge Calvo, hijo de Salvador, regresa de sus estudios de enología y se incorpora al negocio familiar. En 1987 el entusiasmo y empuje de Manuel le convierten en el primer presidente de su Consejo Regulador. Ese mismo año, la construcción de una nueva y moderna bodega supone dirigir la mirada hacia la nueva realidad del mercado y el inicio de una nueva etapa.

La confianza de Manuel en el potencial de la región en general, y en el de su variedad local en particular, le llevaría a impulsar una serie de cambios que por su trascendencia, supusieron sin duda una verdadera revolución vitivinícola en la zona. El primer cambio consistió en adelantar en tres semanas la recolección de la uva: esto permitió obtener nuevos vinos, con una graduación de entre 13º-14º, cuando lo normal es que alcanzaran los 17º. Por descontado, esto propició relaciones con otro tipo de consumidores.

Otro gran cambio, éste de tipo técnico, consistió en la instalación de un avanzado sistema de control de temperatura durante la fermentación, lo que permitió obtener unos vinos que mantenían el gran carrusel de aromas propios ya de una fruta vendimiada en su momento óptimo de maduración.

Los esfuerzos no se podían reducir al área de la producción, sino que era necesario dar a conocer, dentro y fuera de España, las virtudes de lo que se dió en llamar " el nuevo vino de Toro". En efecto, los más prestigiosos enólogos y líderes de opinión de todo el mundo, coincidieron en destacar las virtudes de estos vinos considerándolos como un gran descubrimiento.

Aquella primera bodega de Casaseca de las Chanas creció y evolucionó al ritmo impuesto por los nuevos tiempos. La incorporación de nueva tecnología le ha permitido orientar su producción hacia un mercado vinícola cada vez más exigente y competitivo.

Ahora la tercera generación Fariña va tomando el relevo para continuar con la andadura en un mundo, el del vino, siempre apasionante y en continua evolución.

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Villa Isabelica. Casaseca de las Chanas, Zamora (España) - Tlf.: +34 980 56 60 21 - Fax: +34 980 56 60 02